LABERINTO

by 4:22 0 comentarios

Estoy desesperada, llevo meses atrapada en un LABERINTO, es terrible no sé cómo he llegado hasta aquí .  Me desperté  y estaba  encerrada entre estos gruesos muros. Es un lugar extraño, lleno de pasadizos, aséptico y sin apenas luz. Me siento como un ser expósito,  arrojado sin ningún miramiento en este horrible lugar, enfrentado a un destino espantoso e insufrible. Estoy sola, sin capacidad para huir. Deambulo buscando la tan ansiada salida y cuando ya no puedo más caigo agotada. Recupero fuerzas y vuelvo a empezar, no quiero rendirme, no debo. La salida EXISTE, está ahí.
Pierdo la noción del tiempo, me desespero cada vez más, ¿dónde está esa maldita SALIDA? y ¿dónde está Aridna con su ovillo para ayudarme a escapar? Una vocecita insidiosa me dice:"Desengáñate, nadie va a venir a rescatarte". Realmente esta voz interior es un auténtico fastidio, no ayuda nada y siempre está echando más leña al fuego, pero tiene razón, dependo de mí, de mi capacidad de orientación y de mi resistencia a la frustración.


Paulatinamente voy perdiendo la ESPERANZA, no seré capaz de salir de aquí, mis fuerzas flaquean. Grito hasta quedar afónica, quizás alguien me oiga y venga en mi auxilio. Pienso en DIOS, ¿dónde carajo está? y sonrío con amargura al recordar la famosa frase de Nietzsche "DIOS HA MUERTO", o peor aún, no ha existido nunca, nos hemos aferrado a la idea de su existencia, en un intento de hacer más soportable nuestras insignificantes vidas. Sería tan maravilloso tener fe y dejarme acunar por un Dios protector y amoroso que se apresura a cuidar de mí cuando estoy en apuros, mi mente, sin duda, reposaría tranquila sabiendo que, ante las dificultades, cuento con un poderoso aliado. Pero no, el regalo de la fe no me ha sido concedido, por lo tanto no tengo ese asidero.


Dejo de pensar en Dios, las meditaciones trascendentales se me atragantan. Sin embargo, pensar en meditaciones ... ¡Uf! hace siglos que no medito, quizás un buena meditación me lleve a encontrar la salida.
Empiezo a practicar las técnicas de meditación aprendidas hace muchos años, enseguida me doy cuenta de que estoy muy desentrenada, más bien oxidada. No importa, persistir en el empeño para lograr lo que  deseo, ese es mi objetivo. Me pongo cómoda (todo lo cómoda que se puede estar teniendo en cuenta las condiciones del lugar, es decir, suelo duro como una piedra, en fin es lo que hay), respiro profundamente, inspiro metiendo en mi cuerpo todas las energías positivas, espiro expulsando toda la negatividad. Repito el proceso varias veces, relajo todos mis músculos poco a poco y visualizo una hermosa luz que penetra por mi cabeza y se expande por todo mi cuerpo. Es una luz fantástica, regeneradora que me llena de energía y me inunda de una "absurda" felicidad, pero felicidad al fin y al cabo. Pierdo la noción del tiempo, es como si flotara, sigo profundizando en mi relajación y llego a un bosquecillo, veo mi árbol centenario, un pequeño arroyo, flores de múltiples colores por doquier y pájaros, muchos pájaros. Mi alma se engrandece ante esta visión, estoy rodeada de hermosos seres vivos, por fin, he dejado de estar sola. Me tumbo al lado del árbol, la hierba está mullida y eso es una delicia para mi cuerpo, siento que puedo quedarme aquí todo el tiempo que quiera y dormir... He caído en un extraño sopor, pero mi mente sigue alerta y la pregunta ¿CÓMO PUEDO HUIR DEL LABERINTO? sigue ahí, torturándome. De improviso, un bello rostro de mujer se me aparece, es morena, con cabello largo, joven, ojos risueños y sonrisa resplandeciente y, es curioso, porque sin decirme una palabra sé que me ha dicho algo, es  un mensaje mental: "LA RESPUESTA ESTÁ EN TI".
No sé qué pensar, me deja confundida, obviamente, si supiera cómo irme de este LABERINTO, lo haría.
Pasa el tiempo y, aunque no obtengo resultados, sigo meditando porque a través de la meditación mi mente se relaja y se abre a nuevas dimensiones.


Algo sorprendente, cuando estaba en medio de una meditación, mi forma astral ha salido de mi cuerpo. Era maravilloso, me sentía liviana y podía volar, pero lo más curioso es que sabía exactamente adónde debía dirigirme. Por fin estaba en CASA, en mi espacio, en mi refugio, no me lo podía creer, todo estaba en perfecto orden, como si no hubiera faltado nunca, sin una mota de polvo... Oí voces en la sala de estar y, de pronto, comprendí, allí estaba yo,  sentada en el sofá, compartiendo una agradable velada con mis familiares y amigos. Aquello era una auténtica locura, no podía ser, estaba encerrada en un LABERINTO, me escapaba a un bosquecillo a través de la meditación y con mi cuerpo astral había llegado a mi CASA, donde estaba tan pancha, acompañada por mis seres queridos.

Sin embargo, algo no cuadraba. Me observé fascinada, era raro poderme contemplar desde todos los ángulos. Mis palabras, mis gestos, mi manera de relacionarme con los demás, todo parecía normal, no obstante, algo me ocurría, pero ¿qué era? Recordé el método Ekman y escudriñé minuciosamente cada uno de mis gestos faciales, pero no hizo falta mucho tiempo para descubrir las intensas emociones que me manejaban. La manera de sonreir, tan melancólica y exenta de alegría me dio la pista y me acordé de "Bonjour Tristesse".

Ya sé lo que ha ocurrido, vuelvo a mi cuerpo en el LABERINTO y lo contemplo fascinada, casi sin poder creer que yo misma lo haya creado. Yo he levantado estos muros, yo soy la que voluntariamente se ha encerrado en esta claustrofóbica prisión en un estúpido intento de protegerme. Todo este LABERINTO ha sido construido a base de pensamiento negativos, de temores, de ansiedad y, sobre todo, de miedo, mi MIEDO.

Ya estoy cansada de estar aquí, ya me he castigado bastante. Este LABERINTO es solo un espejismo creado por mis emociones negativas y como tal espejismo sencillamente se desvanece.

Estoy en casa, en cuerpo y alma, ya no hay desdoblamientos absurdos ni emociones descontroladas. Me doy una ducha, . Es maravilloso sentir el agua sobre mi cuerpo, limpiándome, purificándome, disfruto del momento, estoy bien, me siento bien. Salgo de la ducha y con la manga del albornoz limpio el espejo empañado, doy un pequeño respingo ... veo el rostro de una bonita mujer joven, morena, de melena larga, ojos risueños y sonrisa resplandeciente que me susurra:

"¡Buenos días FELICIDAD!"


Anna

Library Assistant

"Me pregunto si las estrellas se iluminan con el fin de que algún día, cada uno pueda encontrar la suya".- El Principito

0 comentarios:

Publicar un comentario