REINVENTARSE

by 10:58 0 comentarios
 
  Han pasado muchos años desde que por primera vez, en clase de filosofía, oyera hablar del Mito de Sísifo. No sé por qué motivo, cuando me encuentro en encrucijadas, siempre me viene a la memoria la historia de este desgraciado rey de Corinto, condenado por los dioses, como castigo por engañarles, a empujar una enorme piedra, subiéndola a la cima de una montaña y una vez allí la roca rueda cuesta abajo, viéndose Sísifo obligado a volverla a subir, para  que vuelva a caer, y así eternamente.





     Sísifo vive atrapado en una labor inútil y absurda. Su vida se convierte en algo rutinario y sinsentido. ¿Quién no se ha sentido alguna vez como Sísifo? La mayoría estamos condenados a vivir una vida rutinaria, consumidos por el esfuerzo de tener que sobrevivir cada día, realizando trabajos insatisfactorios que solo nos aportan infelicidad. La verdad, que vista así, la existencia humana resulta descorazonadora.

      A veces, sin embargo, he pensado ¿qué ocurriría si Sísifo fuese liberado de esa condena? ¿cómo se sentiría, aliviado o aterrado ante un destino totalmente nuevo y desconocido? En muchas ocasiones vivimos inmersos en nuestras ocupaciones y rutinas sin plantearnos nada, no obstante, ocurren cosas, giros inesperados en nuestra existencia, que nos abocan a cambios.


       La palabra cambiar resulta sin duda estimulante, ¿a quién no le gustan los cambios? ¿quienes se aferran a vidas rutinarias, sin deseo alguno de conocer o experimentar cosas nuevas? Si hiciéramos una encuesta, seguramente, la mayoría de las personas dirían que les gustan los cambios. Claro que una cosa es que seamos nosotros los que elijamos qué cambiamos y otra cosa bien distinta es que los cambios nos sobrevengan sin previo aviso.

      Toda esta reflexión me vuelve a llevar al tema anterior: "la crisis como oportunidad para cambiar". Pero ¿quién quiere estar en crisis? la crisis te aboca a un cambio forzoso, para el que probablemente no estás preparado. Y entonces, ¿qué haces?. Es aquí, cuando aparecen los gurús del positivismo, recomendando REINVENTARSE. Otra palabreja que no dejo de escuchar últimamente y que me saca de quicio. Según dicen, todos tenemos el potencial de reinventarnos, solo tenemos que creer en nosotros mismos, en nuestras posibilidades.

      ¿Pero qué significa reinventarse? ¿Dejar de ser lo que eres? La reinvención supone un cambio personal profundo, nos impele a que dejemos de actuar como lo hacemos normalmente, que modifiquemos nuestra conducta, que rompamos con los esquemas, con las opiniones que hemos forjado de nosotros mismos, de nuestra personalidad. En definitiva, que nos atrevamos a cambiar de rol, considerando que la descripción que nos hacemos de  nosotros mismos no es inamovible,  ¡ya está bien de verse como seres insignificantes, incapaces de dar respuestas a los retos que la vida nos propone!.Todos podemos reinventarnos, solo tenemos que hacer el esfuerzo de creer en nosotros mismos (por cierto, la frase de Obama "Yes, we can" viene aquí como anillo al dedo).

     Reinventarse viendo los problemas como retos a los que hay que enfrentarse. Sin miedo, sin complejos, confiando siempre en nuestra creatividad para encontrar soluciones a los desafíos, sin dejar que nuestras creencias sobre nosotros mismos nos paralicen y atreviéndonos a hacer cosas nuevas.

      Reinventarse, no nos engañemos supone un gran esfuerzo. Un esfuerzo que en muchas ocasiones no queremos hacer, sino que las circunstancias personales nos obligan a ello. Y entonces, ¿por dónde empezar? La neurociencia nos aclara muchas cosas acerca de cómo funciona nuestro cerebro, y por lo tanto nos ayuda a conocernos, nos enseña que nuestro cerebro es moldeable y que la alegría del ánimo es indispensable para ser felices. Todos estos argumentos son muy convincentes e interesantes, sin embargo, después de cuatro largos años, yo sigo en la misma encrucijada, esto es: ¿Cómo me reinvento?  ¿CÓMO?


     << Ese cómo resuena dentro de mí mente, martirizándola sin piedad. No sé qué hacer, qué camino tomar, entre otras cosas porque no veo ningún camino. Respiro hondo e intento calmarme, pienso que REINVENCIÓN implica TRANSFORMACIÓN, por un momento mi mente juguetona me lleva a la Metamorfosis de Kafka y me hace pensar en Greogorio Samsa, su malogrado y metamorfoseado protagonista. Siento un escalofrío, ni de coña quisiera transformarme en semejante insecto,¡puaff, qué asco! Acto seguido recuerdo que mi abuelo solía llamarme mariposa, decido fantasear con esa idea, la de transformarme en un preciosa MARIPOSA, busco en internet posibles candidatas y por el momento este es el resultado. >>




P.D. Quisiera rendir un pequeño homenaje a mi abuelo, un hombre poco hablador, amable y cariñoso, que luchó por sus ideales en la Guerra Civil Española, fue capturado y condenado a muerte, condena que fue conmutada por la cadena perpetua, posteriormente y por buena conducta solo estuvo siete años en prisión, (recibiendo palizas, realizando trabajos forzados y pasando muchísima hambre), después de ser puesto en libertad tuvo que cumplir otros siete años de destierro. Su experiencia vital fue un ejemplo para toda su familia. GRACIAS.  

    

Anna

Library Assistant

"Me pregunto si las estrellas se iluminan con el fin de que algún día, cada uno pueda encontrar la suya".- El Principito

0 comentarios:

Publicar un comentario