Sapos

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Anoche tuve una pesadilla. Estaba rodeada de SAPOS, de distintos tamaños y colores, pero no de colores vistosos sino de colores oscuros: negros, marrones, verdes.

Yo estaba tumbada en la cama, sin poder moverme y dichos animalejos me rodeaban y subían por todo mi cuerpo, yo intentaba moverme y sacudírmelos de encima, pero era imposible. Llegaron a mi rostro, y con su poderosa lengua abrían mi boca y se introducían en ella. Quería escupirlos, pero me resultaba imposible, de tal manera que, al final, tenía que tragármelos sino quería asfixiarme. Era absolutamente asqueroso y desagradable y, por primera vez comprendí lo que debían sentir el resto de los animales cuando devoran vivas a sus presas. Y en silencio, di gracias porque la humanidad en un momento de su evolución hubiese decidido cocinar a sus víctimas. Este pensamiento me distrajo un momento, pero no lo suficiente como para no darme cuenta de que mi vientre se hinchaba descaradamente, como un globo inmenso a punto de estallar. El dolor de barriga era insoportable, sin duda, eran unos SAPOS totalmente INDIGESTOS y empezaba a sentir ganas de vomitar, cuando...

Me desperté sobresaltada y aliviada comprobé que todo había sido una simple pesadilla y me reí alegremente al verificar que mi tripa estaba plana.

Durante todo el día estuve pensando qué podía significar semejante sueño. Pensé en mi abuela que tenía fama de "bruja", de tener premoniciones y de saber interpretar los sueños, pero no podía recurrir a ella, puesto que, desgraciadamente, hace años que nos dejó. También pensé en Freud y en su famosa Interpretación de los Sueños que leí hace años, pero no recordé que hablase de SAPOS, si, en cambio, solía relacionar los sueños con la sexualidad. A fin de cuentas, él vivió en una época de represión sexual y tendía a interpretar los sueños de sus pacientes dándoles siempre un matiz sexual.

Seguí pensando en mi sueño, hasta que comprendí que estos SAPOS de sabor amargo e intragable simbolizaban mis problemas. Desde que se inició la famosa CRISIS ECONÓMICA, que sacude con especial inclemencia a los españoles, yo no he dejado de tener graves problemas, también de índole económica. Son tan acuciantes y demoledores que asustan, tanto como SAPOS que hay que tragarse cada día y así poder continuar con la vida. De alguna manera, cuando me como los SAPOS mato mis problemas, acabo con ellos.
El meollo de la cuestión es que estoy más que harta de comer SAPOS, de que quiero y, sobre todo, necesito salir de esta situación que me está minando. Me viene a la memoria una famosa frase de Unamuno "No me da la gana de morirme" solía decir él, pues bien, a mi "no me da la gana de comer más SAPOS". Se acabó, he llegado al final del túnel, me rodea la luz, sonrío feliz, y repito como un mantra que YO SOY LA DUEÑA DE MI DESTINO. Es así, no puede ser de otra manera y así será. ¡Ea, he dicho!

Anna

Library Assistant

"Me pregunto si las estrellas se iluminan con el fin de que algún día, cada uno pueda encontrar la suya".- El Principito

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